En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Farnaz Eskandari se refirió a las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea de que la Unión Europea no puede separarse de China, pero debe reducir el riesgo y reequilibrar las relaciones económicas, y explicó las principales dependencias de Europa de China y señaló: “El déficit comercial de la Unión Europea con China ha aumentado, especialmente desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, de 145 mil millones de euros en 2016 a 396 mil millones de euros (432 mil millones de dólares) en 2022”.
Ella agregó: “Las importaciones de la Unión Europea desde China se han más que duplicado y, por supuesto, las exportaciones también han aumentado en un 50%. China suministra el 20% de sus importaciones desde la Unión Europea y el 9% de sus exportaciones van a Europa”.
Al decir que Europa depende en un 98% de China para el suministro de tierras raras utilizadas en la generación de energía eólica, almacenamiento de hidrógeno o baterías, Eskandari agregó: “En muchos casos, los minerales no se extraen en China, sino que se procesan allí. Para 2030, Europa planea procesar el 40% de sus materias primas vitales”.
Refiriéndose a la dependencia de la Unión Europea de China para suministrar el 80% de sus paneles solares, señaló: “La actitud de Ursula von der Leyen hacia el ataque de Rusia a Ucrania está relacionada con su actitud hacia China. El 30 de marzo de 2023 ella pronunció un discurso en Bruselas sobre cómo implementar una política económica, comercial y de seguridad coherente hacia China y enfatizó que Europa debe reconocer que el objetivo claro del Partido Comunista Chino es un cambio sistémico del orden internacional. Según Ursula von der Leyen, Xi Jinping quiere hacer que China sea menos dependiente del mundo y el mundo más dependiente de China”.
Según esta analista en temas europeos, esta visión de la dependencia es una visión crítica. La globalización ha creado varios tipos de dependencias y para los europeos, especialmente Alemania, el lado negativo se hizo evidente cuando Putin atacó a Ucrania y mostró cuán dependiente se ha vuelto Europa del gas ruso.
Eskandari señaló las declaraciones del jefe de la diplomacia europea, que había dicho: “Nos hemos dado cuenta de que las dependencias que eran elementos de construcción de paz pueden convertirse en armas contra nosotros”, y agregó: “El jefe de la diplomacia europea cree que Europa debe deshacerse de su dependencia de China como su anterior dependencia de Rusia en la era de los hidrocarburos”.
Al referirse a la construcción del gaseoducto Nord Stream a pesar de las repetidas advertencias de Polonia, los países bálticos, Ucrania y Estados Unidos y que Putin lo usó como una importante herramienta geoestratégica, afirmó: “Cuando hace más de un año Alemania detuvo el proyecto Nord Stream 2, los precios de la energía aumentaron en toda Europa. Moscú esperaba que esto debilitara la unidad europea frente a Ucrania, pero en gran medida esto no sucedió. Los gobiernos intentaron encontrar fuentes alternativas de energía rusa y aceleraron la expansión de las energías renovables. Sin embargo, al centrarse en la energía renovable, los gobiernos corren el riesgo de volverse dependientes de China”.
Esta analista en temas europeos afirmó: “La presidenta de la Comisión Europea cree que Xi Jinping quiere crear una poderosa contramedida y disuasión, intensificando la dependencia de las cadenas productivas internacionales de China. Esto es especialmente cierto para las materias primas críticas como el litio o el cobalto, para sectores como los trenes de alta velocidad y la tecnología de energías renovables, o para las tecnologías emergentes, como la computación cuántica, la robótica o la inteligencia artificial, que son importantes para el futuro económico y la seguridad nacional”.
Al afirmar que se supone que dichos programas se presentan en la nueva estrategia de seguridad económica en Europa a finales de este año, señaló que Europa espera que China juegue un papel constructivo en la guerra de Ucrania y dijo: “Según Borrell, China tiene el deber moral de ayudar a establecer una paz justa”.
Según Eskandari, la guerra de Ucrania es un período decisivo para Europa que determinará el futuro de sus relaciones con China. Este período ha supuesto cambios en las políticas energéticas, económicas y de seguridad. Como dijo sin rodeos la presidenta de la Comisión Europea: “Si Pekín refuerza el esfuerzo bélico de Rusia, será un factor determinante en las relaciones entre la Unión Europea y China en los años venideros”.
Esta analista de asuntos europeos agregó: “Hace años que la actitud de Europa hacia China se ha vuelto más dura. En 2019, la Comisión declaró que la Unión Europea debería tratar a China como un socio, colaborador y competidor sistemático. Este fue un marco inteligente para las relaciones en ese momento, pero ahora parece que la Unión Europea necesita redefinir los términos de su compromiso con China; Como dijo Ursula von der Leyen, China ha entrado en un período de reforma y avanza hacia una nueva era de seguridad y control”.
Eskandari recordó: “Para la Unión Europea, esto significa tratar a China como un competidor sistémico y adoptar políticas para reducir sus posibles riesgos. Esto no significa dejar de lado la implicación en temas como el cambio climático o la proliferación nuclear. La ruptura de las relaciones comerciales con Rusia también demostró que las empresas europeas no pueden ignorar la dependencia del vasto mercado chino para las ventas y las ganancias”.
Ella enfatizó: “El enfoque de eliminación de riesgos permite que la Unión Europea actúe de manera más activa e inteligente. La pregunta principal es si los gobiernos de la Unión Europea están dispuestos a unirse contra la nueva estrategia de China o no”.
0 comentarios